Rom 6:4b así también nosotros andemos en vida nueva.
Al llegar a Cristo llegamos a una vida diferente, el hace
la diferencia en esta vida. Nosotros estamos en una diferente nacionalidad y
gobierno, por lo tanto; nuestro comportamiento debe ser diferente; pero, ¿cómo
llegamos a esta vida nueva? ¿En qué consistió ser nuevos? ¿Qué ocurrió con la
naturaleza caída? ¿En dónde está? ¿No
sigo siendo el mismo de antes? ¿Para quién he cambiado?
Rom 6:8b “Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él”
Para caminar en
la vida nueva fue necesario morir, ya que la muerte trae la separación del
pecado, ya no le pertenecemos más y no andamos bajo su régimen, hemos sido
liberados por la muerte, solo aquellos que han
entendido que han muerto; viven diferente y caminan en la sintonía de
Dios.
Para vivir una
nueva vida fue necesario morir, en la muerte se entierra al hombre caído su
pasado ha sido enterrado juntamente con su vieja naturaleza, dejo de existir el
viejo hombre; el capítulo de su vida se cerró al ser sepultado, toda deuda se canceló
y ya no hay más pasado que perseguir, al morir se adquirió una conducta
diferente, no solo fue el cambio de su conducta, sino una nueva vida tomando el
carácter de Cristo, pero; veamos:
Rom 6:6 sabiendo
esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado
juntamente con él, para que el cuerpo
del pecado sea destruido, a fin de que
no sirvamos más al pecado.
En la cruz no
solo murió Jesús; yo morí juntamente con él, los que lo han recibido como Señor
y salvador han muerto al lado de él, fue necesario morir para destruir al
pecado, sin esta muerte jamás podríamos vencer al pecado, el pecado moro en el
hombre caído, Rom 7:17 De manera que ya
no soy yo quien hace aquello, sino el
pecado que mora en mí. En este cuerpo habito hasta la manifestación de la
muerte en la cruz con Cristo.
Para poder
entender más de nuestra crucifixión con Cristo y ser crucificado juntamente con
el debemos de entender la doctrina de la expiación;
el diccionario etimológico lo define de esta
manera: Realizar un
sacrificio o una penitencia, o sufrir un castigo, por una culpa o delito que se
han cometido: (Reparar el delincuente [sus delitos]
sufriendo la pena impuesta por los tribunales; padecer las consecuencias [de
desaciertos o malos procederes].
Heb 2:17b “para
expiar los pecados del pueblo” el hombre perdió el derecho de establecerse con
Dios, el pecado lo llevo a su destitución y ya no era posible estar con Dios,
pero, de eso se encargó la expiación al enviar a Jesús a pagar por nuestros
pecados, él tomo mi lugar y delante de
Dios es como si yo hubiese muerto y el delito
se pagó, su muerte fue mi muerte y su crucifixión fue la mía.
Morir en la cruz era una vergüenza, era la
manera más espantosa y cruel de morir, los peores pecadores morían allí,
asesinos, violadores, crímenes que eran considerados extremadamente fuertes
solo podían esperar la cruz. Al colocarlos allí su agonía era intensa y su
muerte se prolongaba con dolor, era la manera en que la sociedad los conocía
como los malditos. Por eso es importante decir que cualquier pecado que el hombre
allá cometido si llega a Jesús se le perdonara, ya que la cruz demostró que
todo pecado es perdonado, el violador, el asesino y toda crueldad solo la cruz
lo puede ayudar. Por eso ven a la cruz es donde tus pecados quedaron clavados.
Gàl 2:20 “Con Cristo estoy juntamente
crucificado y ya no vivo yo, más vive Cristo en mi”
Ya no vivo yo
dice el apóstol: todos los deseos de la carne, de los ojos, la vanagloria de la vida, quedaron
crucificado ya no podemos ser gobernados por nuestra carne, entendamos que
hemos muerto a la pasión 1Pe 4:2
“para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los
hombres, sino conforme a la voluntad de
Dios” al vivir Cristo en mi podemos hacer la voluntad de Dios y caminar en la
santidad de la verdad, los que no han muerto no han dejado vivir Cristo en
ellos.
Gàl 6:14b “por
quien el mundo me es crucificado a mí, y
yo al mundo”
Si somos
crucificados con Cristo y el mundo ya ha sido clavado en la cruz, ninguna
tentación podría volverme atraer, por más intensos los placeres del mundo jamás
podrán, porque no solamente hemos clavo al mundo, si no hemos muerto al mundo y
a sus placeres; veamos que ha sido despojado de nosotros que el mundo tiene:
1Jn 2:16 Porque todo lo que hay en el mundo:
a.
los deseos de la
carne
b.
los deseos de los
ojos
c.
la vanagloria de
la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
La palabra deseo:
es el sentimiento intenso que tiene una persona por conseguir una cosa. Por lo
tanto la intensidad que se tiene de las cosas del mundo para caer en pecado ya
han sido crucificadas, amén. Todo esto ha sido clavo en la cruz para que el
viejo hombre muera y viva Cristo en mí. Muchos
cristianos han mal interpretado este capítulo
manteniendo a su esposa sin arreglarse y a sus hijos sin la tecnología, ya que
enseñan que todo lo que hay en el mundo es del diablo, sabemos que el mundo
está bajo el maligno y no nos toca 1Jn
5:19 pero, también; Sabemos que
todo aquel que ha nacido de Dios, no
practica el pecado, pues Aquel que fue
engendrado por Dios le guarda, y el
maligno no le toca. 1Jn 5:18
AL SER CRUCIFICADO HEMOS MUERTO AL PECADO:
Rom 6:2 En
ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
Al morir el pecado y su potestad sobre
nosotros quedo anulada, hemos muerto al pecado, Rom 6:11 “Así
también vosotros consideraos muertos al pecado” debemos reflexionar a tal
magnitud que nos lleve a pensar en donde estamos hoy en y en donde estábamos
sin él, Rom 8:10 “Pero si Cristo está en
vosotros, el cuerpo en verdad está
muerto a causa del pecado, más el
espíritu vive a causa de la justicia” Solo Cristo en nosotros nos hará morir a
los deseos del mundo, si dejamos que Cristo reine podremos vencer, el poder del
Espíritu Santo nos hará vencer. Col 2:20
“Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del
mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos” no permitamos caer
en pecado dándole la autoridad que antes tenía sobre nosotros Col 3:3 “Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en
Dios” Si vivimos en lo celestial y andamos en él podremos permanecer muertos al
pecado.
SEPULTADOS:
Rom 6:4 “Porque
somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo” Col 2:12 “sepultados con él en el bautismo”
Hemos Enterrado nuestro viejo yo; por eso ya no es
válido decir ¡me salió lo Pérez! o como te apellides, al morir el cadáver de
nuestra rebelión quedo oculto, ya no te acuerdes como eras antes o que hacías
sin Cristo, solo podrás hacerlo para dar testimonio de la verdad, pero; si no
fuera así mantenlo enterrado, no lo desentierres más. Al ser enterrado lo han
consumido los gusanos ya no existe más en el ámbito terrenal, no solo se
enterró una parte de ti fue la totalidad de tu cuerpo pecador.
HEMOS
RESUCITADO:
Efs 2:6
“juntamente con él nos resucitó” al resucitar hemos vuelto a la vida, no
a la vida vieja y corrupta, sino a la vida de Dios en Cristo, somos nuevos, la
nueva naturaleza esta en acción, debemos de pensar diferente y vivir
diferentes, el carácter de Cristo se nos ha concedido en esta nueva vida. Col
2:12 en el cual fuisteis también
resucitados con él Col 3:1 Si,
pues, habéis resucitado con
Cristo,
BUSCANDO LAS COSAS CELESTIALES:
Col 3:1-2 buscad
las cosas de arriba, donde está Cristo
sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Ahora se nos ha
mostrado las cosas eternas, Jesús nos trajo la voluntad de Dios y conocemos su
voluntad y debemos de hacer las cosas que le agradan porque ahora traemos el
carácter de Jesús.
COMO LLEGUE A
ESTAR EN LOS LUGARES CELESTIALES
Efs 2:6 y
juntamente con él nos resucitó, y
asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.
Al resucitar
Cristo y levantarse hasta los cielos y sentarse a la diestra de Dios, nosotros
nos hemos sentados con él, es decir; él es nuestro representante celestial,
donde esta él allí estaremos nosotros, Jn17:24
Padre, aquellos que me has
dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la
fundación del mundo. Por lo tanto en Cristo estoy sentado en los lugares
celestiales.
1Co
15:47-.49 El primer hombre es de la
tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. Y así como
hemos traído la imagen del terrenal,
traeremos también la imagen del celestial.
Efs 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, que nos bendijo con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
Efs 1:20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a
su diestra en los lugares celestiales,
Concluimos, que
el hombre en Cristo ha pasado por los procesos de crucifixión, muerte,
sepultura y resurrección, por lo tanto puede y debe andar en una vida nueva.
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