Mat 5:20 Porque os
digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y
fariseos, no entraréis en el reino de
los cielos.
Jesús describe el
esfuerzo celoso de los escribas y fariseos por guardar la ley, ellos ayunaban
dos veces a le semana, daban diezmo de todo Lc 18:12, por eso toda la nación
los tenían en muy alta posición, ellos pensaban que los primeros en entrar al
reino serian los escribas y fariseos, por eso Jesús, conociendo la elevada
posición que el pueblo había hecho de ellos dice: “si vuestra justicia no fuera
mayor que la de los escribas y fariseos” es decir, si la manifestación de las
buenas obras que ustedes hacen no fueran más grandes que la manifestación de
las obras que los escribas y fariseos hacen, no podrán entrar en el reino;
pero; ¿qué hombre? podría; no igualar, las obras de los escribas y fariseos Si
no rebasarlas, para así entrar en el reino, por lo tanto; los escribas y
fariseos no estaban exentos de manifestar mejores obras que las que habían
hecho antes, ya que sus obras no eran suficientes para así establecerse en el
reino, por más que ellos se esforzaran jamás lograrían entrar, su condición de
injustos se lo impedía Rom 3:10 Como está
escrito: No hay justo, ni aun uno; 3:12 No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Entonces ¿quién sería
el justo que lograra entra al reino y nos enseñaría a entrar en él?
JESÚS EL JUSTO HIJO DE DIOS:
Lc 23:47b “diciendo: Verdaderamente este hombre era justo”
El centurión exclamo y vio que Jesús fue un hombre justo, entonces definamos
que es ser justo; es aquel que camina bajo las normas de Dios obedeciéndole en
todo para así hacer su voluntad, si en su caminar llegara a encontrar algo que
sea contrario a la voluntad de Dios lo rechazaría. Pero; debemos de clarificar
que hablar de justo es hablar del carácter personal, de la madures de obedecer
y establecer la voluntad de Dios en su persona y la justicia solo es la
manifestación del carácter justo que la persona tiene y lo manifiesta en las
buenas obras que son correctas, Jesús caminaba con el carácter de Dios y hacia
su voluntad perfecta Jn 4:34 Jesús les
dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. Jn 5:30 No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo,
así juzgo; y mi juicio es
justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre. Los discípulos vieron lo justo
que Jesús fue en todo su caminar; Echs 3:14
Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, sin
la justicia de Jesús nadie podría entrar en el reino.
Por más esfuerzos que el hombre haga para entrar al reino
jamás lo lograra, era necesario que viniera el justo (Jesús) y nos enseñara
como entrar en el reino y no solo entrar sino entrar con su carácter e imagen.
Por eso era necesario que el justo padeciese por nosotros para así llevarnos a
Dios, 1Pd 3:18 por lo tanto; Jesús rebaso la justicia de los escribas y fariseo
y por él podemos entrar el reino.
DEJANDO LA JUSTICIA PROPIA Y OBTENIENDO LA JUSTICIA DE
DIOS QUE ES POR LA FE EN JESÚS:
Fil 3:9 y ser
hallado en él, no teniendo mi propia
justicia, que es por la ley, sino la que
es por la fe de Cristo, la justicia que
es de Dios por la fe.
Los fariseos pensaban ganarse el cielo bajo la justicia
(obras) de la ley, al cumplir todas las ceremonias religiosas y
sacrificios que la ley exigía pensaban
que podían entrar al reino, pero; ellos no entendieron que el reino de Dios es
un gobierno personal donde se acepta la autoridad y se somete a ella por medio
de un convencimiento, manifestando las obras del reino en el diario vivir,
Satanás no quiso estar en el reino de Dios por lo tanto desprecio el gobierno
en el cielo.
Cuando una persona es gobernada por el reino su manera de
vivir es diferente, demuestra los frutos del Espíritu Santo y puede vivir en
este mundo sin contaminarse de él, las personas que han comprendido que lo más
importante es el gobierno personal de Dios, son luz del mundo y sal de la
tierra, Pablo entendió este principio que le fue revelado; por eso dejo la justicia (obras) de la ley
para llegar a Dios, ya que en Cristo toda la ley se cumplió por eso nos dice: Concluimos, pues,
que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. Rom 3:28
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